¿A quién acudiré
si la Luna me ha mentido
a cada hora que la he mirado?...
fragmento de "Mentiras"
Koroa Batekin
si la Luna me ha mentido
a cada hora que la he mirado?...
fragmento de "Mentiras"
Koroa Batekin
Bajo el Pseudonimo Koroa Batekin, Helena Vilella lleva mucho tiempo escribiendo, “La carta de la luna” supone la confirmación de Koroa Batekin como escritora. Koroa con su libro es el número uno de la colección poesía de Ediciones Azorín, un sello con orígenes Alicantinos y Murcianos.
1. ¿CÓMO Y CUÁNDO SURGE TU PASIÓN POR LAS LETRAS?
Mi pasión por las letras nace desde temprana edad.
Recuerdo con cariño las horas de clase de lengua en EGB, donde mi imaginación volaba libremente por el espacio de aquella aula.
Redactar historias y escribir poemas ya eran una vocación muy clara para mí.
Los libros de lectura nos enseñaban la literatura de la generación del 98 entre los que se encontraba: Azorín, Pío Baroja, Ramón del Valle-Inclán etc… Pero a mÍ quien me marcó lo suficiente para amar la poesía fue Antonio Machado.
Con los años me he servido de la poesía para descubrirme a mi misma, para comprenderme y desahogar mis miedos y frustraciones. También para vocear un grito de agradecimiento a la amistad, al amor y a la vida misma.
Recuerdo con cariño las horas de clase de lengua en EGB, donde mi imaginación volaba libremente por el espacio de aquella aula.
Redactar historias y escribir poemas ya eran una vocación muy clara para mí.
Los libros de lectura nos enseñaban la literatura de la generación del 98 entre los que se encontraba: Azorín, Pío Baroja, Ramón del Valle-Inclán etc… Pero a mÍ quien me marcó lo suficiente para amar la poesía fue Antonio Machado.
Con los años me he servido de la poesía para descubrirme a mi misma, para comprenderme y desahogar mis miedos y frustraciones. También para vocear un grito de agradecimiento a la amistad, al amor y a la vida misma.
2. ¿QUÉ HAS ESTADO HACIENDO TODOS ESTOS AÑOS?
Nunca he dejado de escribir. He compaginado siempre las letra con el trabajo, los estudios y la maternidad.
Aún tengo guardado en el baúl del tiempo muchos cuadernos de cuentos, relatos, poemas y palabras al vuelo, que son citas acerca de mis vivencias personales.
El hecho de que yo no publicara mis obras no significaba que se agotara mi inspiración, por lo que a menudo mis musas pedían refuerzos. Y las seguían un ejército de musas bien entrenadas.
Yo me sentía abstraída por sus sugerentes soplos de inspiración. Estos han sido siempre caricias de satén que me aislaban del espacio terrenal, y me dejaba guiar como una hoja ligera llevada por el viento, sabiendo que era un momento precioso para Mí. Y lo sería para otros corazones que vibrarían conmigo a la vez.
Durante todos estos años he asistido a presentaciones de libros, recitales de poesía y encuentros literarios, siempre desde la sombra, en el más riguroso anonimato. Solía leer y escribir en la tranquilidad de un silencioso parque o entre el bullicio de un café a media tarde.
A menudo concursaba en los premios de poesía o narrativa que iba encontrando al paso. Siempre ilusionada por ganar un premio corría hacía la oficina de correos con mi paquete y el deseo por un galardón que se haría de rogar año tras año.
Nunca llegaba el día de la grata sorpresa a mi buzón y esto me hacía titubear sobre la idea de tirar la toalla. A veces me cuestionaba si realmente mi poesía tenía algún valor. Pero a pesar de los desencuentros con los jurados de certámenes literarios nunca me dejé derrotar. Porque aquellas experiencias me llevaron a trabajar duro, más constante, adaptándome a unas condiciones establecidas, aprendiendo a perfeccionar mi estilo, enriqueciendo mi vocabulario y dejándome guiar por las musas que. A fin de cuentas ellas lo hacen mucho mejor. La ilusión y la fe ciega han sido los dos pilares que sostuvieron mi trayectoria literaria como participante. No miraba atrás anotando gastos, sino todo lo contrario: veía una inversión que a largo plazo recompensaría todo mi esfuerzo.
Aún tengo guardado en el baúl del tiempo muchos cuadernos de cuentos, relatos, poemas y palabras al vuelo, que son citas acerca de mis vivencias personales.
El hecho de que yo no publicara mis obras no significaba que se agotara mi inspiración, por lo que a menudo mis musas pedían refuerzos. Y las seguían un ejército de musas bien entrenadas.
Yo me sentía abstraída por sus sugerentes soplos de inspiración. Estos han sido siempre caricias de satén que me aislaban del espacio terrenal, y me dejaba guiar como una hoja ligera llevada por el viento, sabiendo que era un momento precioso para Mí. Y lo sería para otros corazones que vibrarían conmigo a la vez.
Durante todos estos años he asistido a presentaciones de libros, recitales de poesía y encuentros literarios, siempre desde la sombra, en el más riguroso anonimato. Solía leer y escribir en la tranquilidad de un silencioso parque o entre el bullicio de un café a media tarde.
A menudo concursaba en los premios de poesía o narrativa que iba encontrando al paso. Siempre ilusionada por ganar un premio corría hacía la oficina de correos con mi paquete y el deseo por un galardón que se haría de rogar año tras año.
Nunca llegaba el día de la grata sorpresa a mi buzón y esto me hacía titubear sobre la idea de tirar la toalla. A veces me cuestionaba si realmente mi poesía tenía algún valor. Pero a pesar de los desencuentros con los jurados de certámenes literarios nunca me dejé derrotar. Porque aquellas experiencias me llevaron a trabajar duro, más constante, adaptándome a unas condiciones establecidas, aprendiendo a perfeccionar mi estilo, enriqueciendo mi vocabulario y dejándome guiar por las musas que. A fin de cuentas ellas lo hacen mucho mejor. La ilusión y la fe ciega han sido los dos pilares que sostuvieron mi trayectoria literaria como participante. No miraba atrás anotando gastos, sino todo lo contrario: veía una inversión que a largo plazo recompensaría todo mi esfuerzo.
3. ¿A QUÉ SE DEBE EL NOMBRE DE KOROA BATEKIN?
Simplemente diré que, cuando me preparaba para estudiar Filología Hispánica
(cosa que nunca llegué a estudiar, por circunstancias de la vida que tampoco importan ahora demasiado) escogí como segunda lengua el euskera. Me dediqué a leer a los poetas vascos. Fue entonces cuando descubrí la poesía de Gabriel Aresti y me quedé tocada por él. Leí sus extraordinarios poemas y me fascinó especialmente uno. Nire izena. Lo escribí y después lo guardé. Al tiempo comencé una novela y tenía que buscar nombre para la chica, y nada me gustaba, porque nada encajaba con el perfil de mi querida bohemia. Un día por sorpresa encontré aquel poema de Aresti y me emocionó profundamente al releer aquella palabra que tanto me caló. Entonces comprendí, que allí estaba su nombre. Era algo así como estar predestinada para ser llamada así, Koroa Batekin. Hasta entonces siempre firmaba mis obras bajo el seudónimo de “Helena de Troya” por mi amor a la historia griega y en especial a la de Troya.
Pero entonces comprendí que mi verdadera identidad literaria se encontraba en aquella estrofa maravillosa de Aresti y me regalé aquel nombre.
(cosa que nunca llegué a estudiar, por circunstancias de la vida que tampoco importan ahora demasiado) escogí como segunda lengua el euskera. Me dediqué a leer a los poetas vascos. Fue entonces cuando descubrí la poesía de Gabriel Aresti y me quedé tocada por él. Leí sus extraordinarios poemas y me fascinó especialmente uno. Nire izena. Lo escribí y después lo guardé. Al tiempo comencé una novela y tenía que buscar nombre para la chica, y nada me gustaba, porque nada encajaba con el perfil de mi querida bohemia. Un día por sorpresa encontré aquel poema de Aresti y me emocionó profundamente al releer aquella palabra que tanto me caló. Entonces comprendí, que allí estaba su nombre. Era algo así como estar predestinada para ser llamada así, Koroa Batekin. Hasta entonces siempre firmaba mis obras bajo el seudónimo de “Helena de Troya” por mi amor a la historia griega y en especial a la de Troya.
Pero entonces comprendí que mi verdadera identidad literaria se encontraba en aquella estrofa maravillosa de Aresti y me regalé aquel nombre.
Koroa Batekin fue mi seudónimo para concursos. Firmé tanto con aquel nombre que casi llegué a olvidar el mío propio. Me ha acompañado desde entonces como un personaje invisible para todos, pero real y único para mí.
Tal vez Koroa sea esa otra Helena que casi nadie…
o nadie…ha llegado a conocer.
Tal vez Koroa sea esa otra Helena que casi nadie…
o nadie…ha llegado a conocer.
(Epitafio escrito desde un fragmento del poema Nire izena de G. Aresti)
Hiltzen naizenean egonen da
nire lauzaren gainean eskribu hau:
“Pensatzen dut nire izenanire izana dela,
eta eznaizela ezer ezpada
nire izena”.
Koroa Batekin
Hiltzen naizenean egonen da
nire lauzaren gainean eskribu hau:
“Pensatzen dut nire izenanire izana dela,
eta eznaizela ezer ezpada
nire izena”.
Koroa Batekin
Que viene a decir:
Cuando yo me muera se podrá leer
la siguiente inscripción en mi mausoleo:
Pienso en mi ser que es mi nombre,
y que no soy
sino mi nombre.
(Corona de Flores)
Cuando yo me muera se podrá leer
la siguiente inscripción en mi mausoleo:
Pienso en mi ser que es mi nombre,
y que no soy
sino mi nombre.
(Corona de Flores)
4. ¿Qué fue lo que impidió que publicases tus obras?
No sé el motivo exacto. Tal vez no fue uno solo, sino un cúmulo de pequeños obstáculos lo que hizo que mis obras se fueran apilando año tras año en el baúl del olvido.
Bien cierto es que en la maravillosa tarea de las letras se llega a sentir una gran satisfacción durante el proceso de la obra, pero por mucho que te guste el resultado, siempre albergas ciertas dudas sobre el efecto que pueda causar sobre resto del mundo. Ahí puede ser que se halle la respuesta. Miedo a defraudar.
Así que, a falta de arrojo y decisión, día a día seguía guardando mis obras en el baúl del recuerdo. Por entonces solo algunos amigos que vivieron muy de cerca mi pasión por las letras, disfrutaban y compartían sus opiniones conmigo, aunque no me resultaba demasiado objetivas ya que había demasiado cariño de por medio. Por otro lado, he de decir que, en aquella maravillosa época bohemia, mi orden de prioridades era otro. Mis obras delatan una imperiosa necesidad de aprender y crecer creativamente.
Bien cierto es que en la maravillosa tarea de las letras se llega a sentir una gran satisfacción durante el proceso de la obra, pero por mucho que te guste el resultado, siempre albergas ciertas dudas sobre el efecto que pueda causar sobre resto del mundo. Ahí puede ser que se halle la respuesta. Miedo a defraudar.
Así que, a falta de arrojo y decisión, día a día seguía guardando mis obras en el baúl del recuerdo. Por entonces solo algunos amigos que vivieron muy de cerca mi pasión por las letras, disfrutaban y compartían sus opiniones conmigo, aunque no me resultaba demasiado objetivas ya que había demasiado cariño de por medio. Por otro lado, he de decir que, en aquella maravillosa época bohemia, mi orden de prioridades era otro. Mis obras delatan una imperiosa necesidad de aprender y crecer creativamente.
5. ¿CUÁNDO TOMAS LA DECISIÓN DE PUBLICAR?
Al cabo de tantos años haciendo lo que más me gusta, no me propongo publicar de un día para otro. Comienzo a recibir progresivamente señales, que tal vez ya estuvieron hace veinticinco años ante mis ojos, pero por cualquier motivo no las pude leer.
En esta etapa de mi vida, llena de cambios, debo estar más receptiva a las señales que me indican el trayecto. Algunas palabras mágicas, y digo mágicas, porque son inesperadas y obran milagrosamente en mi interior, removieron entre escombros de unas ruinas perpetuas, y allí fui encontrando fragmentos de un tesoro muy valioso. Bastó con limpiar y pulir aquel hallazgo para ponerlo en un pedestal, y por fin aprendí a admirar una obra única y bella.
Cuando crees ciegamente que puedes y deseas con todas tus fuerzas que ocurra, el universo confabula para que captes las señales y divises tu horizonte.
Y ya no habrá mapa, faro, ni brújula mejor que tú para alcanzar tu destino.
Todo mi pasado ha sido un tiempo de labranza y trabajar la tierra con su duro esfuerzo ha merecido la pena. El año 2014 fue uno de los mejores años para mí y dejarme zarandear por el universo me ha llevado hasta aquí.
Ahora sostengo con fe que habrán muchos años prósperos, muchos sueños cumplidos y muchas obras más para disfrutar.
En esta etapa de mi vida, llena de cambios, debo estar más receptiva a las señales que me indican el trayecto. Algunas palabras mágicas, y digo mágicas, porque son inesperadas y obran milagrosamente en mi interior, removieron entre escombros de unas ruinas perpetuas, y allí fui encontrando fragmentos de un tesoro muy valioso. Bastó con limpiar y pulir aquel hallazgo para ponerlo en un pedestal, y por fin aprendí a admirar una obra única y bella.
Cuando crees ciegamente que puedes y deseas con todas tus fuerzas que ocurra, el universo confabula para que captes las señales y divises tu horizonte.
Y ya no habrá mapa, faro, ni brújula mejor que tú para alcanzar tu destino.
Todo mi pasado ha sido un tiempo de labranza y trabajar la tierra con su duro esfuerzo ha merecido la pena. El año 2014 fue uno de los mejores años para mí y dejarme zarandear por el universo me ha llevado hasta aquí.
Ahora sostengo con fe que habrán muchos años prósperos, muchos sueños cumplidos y muchas obras más para disfrutar.
6. LA CARTA DE LA LUNA ES TU PRIMERA PUBLICACIÓN PERO NO TU PRIMERA OBRA.
¿POR QUÉ MOTIVO ESCOGES ESTA?
La Carta de la Luna fue escrita en el año 96. Anteriormente había escrito otras muchas obras. Pero esta siempre fue muy especial para mí. Al tener que escoger una obra para editar, me dejé guiar por el corazón.
7.¿TE HAS PLANTEADO CONTINUAR PUBLICANDO?
Ahora que he tomado conciencia de estas sabias palabras que leía en mi juventud:
“La poesía no es de quien la escribe si no de quién la necesita”
(Pablo Neruda)
Dejaré mis riendas en manos del universo para que todo lo que deba suceder, suceda.
Y segura estoy, de que habrá más publicaciones. De momento me gustaría disfrutar de esta como se merece.
“La poesía no es de quien la escribe si no de quién la necesita”
(Pablo Neruda)
Dejaré mis riendas en manos del universo para que todo lo que deba suceder, suceda.
Y segura estoy, de que habrá más publicaciones. De momento me gustaría disfrutar de esta como se merece.
8. EL TÍTULO.
Para mí los títulos son de gran importancia. Ellos ponen en antecendes al lector sobre la obra que ha de descubrir.
Cuando yo escribía La carta de la Luna, cada palabra tenía un sentido, el mío.
Y poco importa ya qué razón de ser me llevó a escribir aquellas palabras.
Ahora ha llegado el momento de que cada cual al leerla le dé su propio sentido. Seguro encontrará, como todos, una razón de ser.
En la segunda parte del poemario, que es un canto al desamor, varios poemas hacen mención a la Luna; pero es, sin embargo Estrella fugaz quién mejor expresa ese sentido que representa para mí la Luna.
La Luna simboliza la voluntad no gobernada por la razón, sino por el capricho. Para simplificar lo llamaré libre albedrío.
Es en ese vaivén de sentimientos encontrados entre el amor ciego y el desconcierto donde la voz interna envía mensajes a la Luna; pero ella que no atiende a razones se evade constantemente.
Cuando yo escribía La carta de la Luna, cada palabra tenía un sentido, el mío.
Y poco importa ya qué razón de ser me llevó a escribir aquellas palabras.
Ahora ha llegado el momento de que cada cual al leerla le dé su propio sentido. Seguro encontrará, como todos, una razón de ser.
En la segunda parte del poemario, que es un canto al desamor, varios poemas hacen mención a la Luna; pero es, sin embargo Estrella fugaz quién mejor expresa ese sentido que representa para mí la Luna.
La Luna simboliza la voluntad no gobernada por la razón, sino por el capricho. Para simplificar lo llamaré libre albedrío.
Es en ese vaivén de sentimientos encontrados entre el amor ciego y el desconcierto donde la voz interna envía mensajes a la Luna; pero ella que no atiende a razones se evade constantemente.
DESPEDIDA
Una vez leí que:
“Cualquier poema bueno se convierte de alguna manera en algo abstracto, pero siempre tiene que ver con la realidad, con la vida del poeta o con la vida de otros.
Las cosas bellas tienen también algo de metafísicas”.
Ojalá entre las líneas de este poemario halles algún tesoro creado solo para ti.
Entonces se habrá cumplido mi deseo.
Un abrazo
“Cualquier poema bueno se convierte de alguna manera en algo abstracto, pero siempre tiene que ver con la realidad, con la vida del poeta o con la vida de otros.
Las cosas bellas tienen también algo de metafísicas”.
Ojalá entre las líneas de este poemario halles algún tesoro creado solo para ti.
Entonces se habrá cumplido mi deseo.
Un abrazo
Koroa Batekin
POEMAS COMPLETOS
La Carta de la Luna
Imposibles
Si has divisado una mirada conflictiva
al mirar en el mismo centro de mis ojos
y sus sonrisas...,
ya me conoces a mí.
Si has descubierto la irónica súplica en mis gestos,
a mi alma de rodillas...,
acabas de saber de mí.
Si nunca has visto la traición,
¿por qué ahora conocerla?
No me compares,
es algo que odio.
Déjame que me dé a conocer,
que puedo darme del todo.
Y lo que no halles en mí
tendrás que perdonar de algún modo.
No soy perfecta, ni quiero.
Intento imposibles,
mas no juego a ser Dios...
Koroa Batekin
Mentiras
¿A quién acudiré
si la luna me ha mentido
a cada hora que la he mirado?
Se han acabado ya
las mentiras existentes,
pues la luna
dejó de existir.
¡Hasta nunca jamás!
para mis ojos.
En los sueños
donde ella me veía a mí,
jadeaba el alma,
y ella reía sin más.
Cuando en lo recóndito
de mi silencio,
ella adivinaba cada pensamiento,
ella bruja de todo tiempo
no quiere de su techo caer.
Yo quiero olvidar el hechizo,
cuando recordar pueda
el nombre de quien pueda acudir.
Koroa Batekin
Pintura by Edward Eggleston
Vida bella
Envidio la vida bella
de algún poeta,
que supo resumir su vida
en una grata hora.
Añoro la niñez
de las horas recordadas,
de las ideales miradas,
de la música que sabe hablar...
adoro al dios que llevas dentro
mi gran amigo,
y beso la escultura
que guarda bajo el frío,
un ardiente corazón.
Koroa Batekin
PICASSO - 1946
Absurda batalla
Son frecuentes,
muy frecuentes,
las ocasiones
en que siento con frío
la muerte,
muerte de mi esencia
y vida de mi yo.
¡Cómo estalla
la ofuscada guerra!
en la tierra que soy yo.
Por no haber ideas
no entiendo aún esta guerra,
y oculta en la trinchera
desbordo mi razón.
Sopeso el valor
y quedo confundida.
¿Qué vale más,
sobrevivir o militar?
Dejaré al adversario
que gane de nuevo
esta absurda batalla,
porque a fin de cuentas
aquí quien vale pese a todo,
soy tan solo yo.
muy frecuentes,
las ocasiones
en que siento con frío
la muerte,
muerte de mi esencia
y vida de mi yo.
¡Cómo estalla
la ofuscada guerra!
en la tierra que soy yo.
Por no haber ideas
no entiendo aún esta guerra,
y oculta en la trinchera
desbordo mi razón.
Sopeso el valor
y quedo confundida.
¿Qué vale más,
sobrevivir o militar?
Dejaré al adversario
que gane de nuevo
esta absurda batalla,
porque a fin de cuentas
aquí quien vale pese a todo,
soy tan solo yo.
Koroa Batekin
ilustración de LOUIS ICART - 1945
Pinceles del deseo
¿Quién pudo crear esa isla virgen y única
en tu infinito lugar?
¿Quién se atrevió a poseerla?
¡Fui tan sólo yo!
Dime tú, pues:
¿Quién podría pintar con los pinceles del deseo
el lienzo que en tu alma invento?
¿Quién descubriría en tu paleta
nuevo matiz y color?
¿Quién, si no yo?
Si soy yo la que a ti...
tanto te ama.
Koroa Batekin
Vida
Tú tienes vida,
tienes arte.
Me interesas,
me importas.
Y ninguna fuerza
remplazar podrá
tu belleza.
Porque ella no quiere enmascarar
lo feo, lo viejo.
Ella sólo es.
Su nombre es VIDA
y su entrañable mirada,
un corazón grabado en un árbol
y un beso pintado en papel.
Koroa Batekin.
Tú tienes vida,
tienes arte.
Me interesas,
me importas.
Y ninguna fuerza
remplazar podrá
tu belleza.
Porque ella no quiere enmascarar
lo feo, lo viejo.
Ella sólo es.
Su nombre es VIDA
y su entrañable mirada,
un corazón grabado en un árbol
y un beso pintado en papel.
Koroa Batekin.
Retorno al alba.
Un corazón alado
me acompaña
y otro sediento de alturas
llora y quiebra una lanza.
Brasa bajo pies ya quemados,
por donaires que abarcan
de todo lo inasible,
de todo lo que mata.
La risa es tardía,
la lágrima yace arcaica,
las furias embisten
al de enfrente,
ciego en su ceguera
arremete,odia y mata.
Así un corazón sin alas,
envidia con envidia amarga
y venga cada turbia hora,
con la idea de ser
solo polvo de la nada.
Koroa Batekin
Inclinada
Inclinada va la hoja de mi vida.
Teme al quiebre de memorias
por esa gota egoísta,
que se deja caer por salvarse del suelo,
a mis palpitantes euforias.
Fría como el mármol,
transparente como el cristal,
viva como nadie
viene tu forma a adaptarse
a mi forma natural.
Pero no será para siempre,
no hay en mí fuerza alguna
para prolongar tanta ansiedad.
Deberá caerse y desprenderse
en la tierra seca,
será gota que hiera y muera,
pagando así su desfachatada insensatez.
Koroa Batekin
FRAGMENTOS
POEMAS COMPLETOS
Juego de valor
Si quieres para ti esa presencia deseada,
si amas con tanta ansia,
¿por qué motivo callar?
Si crees en el divino hecho
de besar más que en el sueño,
¿por qué con el beso humano besar?
Extendiendo tus manos al cielo,
déjate llevar en el baile del destino.
Ama,
como si sólo tú fueras el afortunado
de tanto amor que se pueda recibir.
Si crees que vale la pena,
¿por qué no empeñas tu alma?
Arriesga y ama,
juega y gana...
en este juego de valor.
Koroa Batekin
Pena
¡NO! a la violencia de géneroQue con el peso de tu pena,
ojos de mi ser,
se hundiría el universo.
Ya sé... Natural como la vida misma
la razón, el querer...
Pero la pena con que se ahogan tus latidos,
¡ay, esa pena!
Pesa tanto...
y por eso queda de la herida
sangre insípida, invisible, inodora...
Pena al mundo descubierta,
lágrimas censuradas,
prohibido está llorar.
Que con el peso de tu pena,
ojos de mi ser,
se remordería de dolor
el loco-cuerdo
y el humano-Dios.
Koroa Batekin
En la noche
Hoy con el día nace en mi seno
el fracaso del amor,
porque no te tengo.
En la noche,
en la inconsciencia,
no hay ignorancia...,
sólo yo,
aunque no te tengo.
Y, al abrir los ojos llamados por el sol,
saben que es la hora de guardar
mi dicha en el tercer cajón.
Mañana estaré con él,
quizá sobre las tres.
Cuando el silencio cubre mi cama
y mi inconsciencia se marcha,
viaja libre, vuela como una águila
y nadie la puede atrapar.
En la cumbre se posa mi alma
y amo la desértica circunstancia
porque nadie nos fusila con sus duras miradas
nada nos atañe, nada de nada.
Yo me voy a levantar ahora de mi cama.
Koroa Batekin
La pasión
Nado en la abundancia de tu ser.
No me arrojes a la orilla.
Pedaleo con las ansias de alcanzarte
y he soltado mis manos.
No he dejado de agarrar el viento,
pero a ti no he logrado tocarte.
Tú no dices nada y yo
espero, como agua de mayo,
una sola palabra.
No quiero arrastrarte a mi tormenta,
ni quiero hacerte náufrago en mi isla.
Hoy descubrí que
la pasión no se agota,
se renueva.
No muere,
se transforma.
El deseo no se borra,
se sumerge y luego flota...
... Si has amado,
amarás.
En el accidente de la vida
uno cae, se levanta y
vuelve a caminar.
Koroa Batekin
¡Vive, vive, vive!
Breves comentarios
bajo la luz difuminada,
no del amanecer,
precisamente.
Experimento con los seres
que se pasean por dentro,
en caminos polvorientos
de mi reducido cerebro.
Tarareo atardeceres.
¿Cómo se hace eso?
¡Vive, vive, vive!
Y luego a silbar.
¿Quién pasó dejando
el sabor de mi boca?
Ya no lo recuerdo.
Fue ayer...,
después de ayer.
Koroa Batekin
PINTURA DE Catrin Welz-Stein
Alusiones
Uso innumerables alusiones
en el idioma de la ingenuidad.
Me pregunto y me desoriento
en los constantes intentos.
Descubro abstractas siluetas
y busco nombres que inventar.
Es esencial la razón
en opiniones múltiples,
que me llaman buscando
dos testigos que se hagan conocer.
No copio,
pues odio ese género de burla.
Quiero ser íntegramente yo,
contenido y figura.
Koroa Batekin.
Atardeceres
¿Sabes de qué color
son los atardeceres,
cuando sientes que
el amor se muere?
Yo sí lo sé...
Pero también puedo escribir
de qué sabor es el beso
del encuentro con la resurrección,
de un corazón lleno de vida
que palpita por soñar nuevos sueños...
Sueños que no se vuelven a soñar.
Como la flor que muere,
pero por momentos dejó en el aire
el más fragante perfume.
Koroa Batekin
Pintura de WANG MEIFANG-CHINA
Seres únicos
Somos tú y yo coetáneos
seres únicos de la isla.
Somos lo que recíprocamente necesitamos...
¡Jolín, quién lo diría!
Te consideras ser prosaico.
Nada te ata, ¿eh?
Si la prosa es tu idioma
no me desarraigará de ti.
Agarro de lleno el concepto
que armoniza mi necesidad,
barro la insulsa estrategia
pinto encima de la vulgaridad.
He canjeado la cadencia
por el beso que madura,
dejemos el juego del bueno y el malo,
seamos culpables sin que nada nos remuerda...
al acabar.
Koroa Batekin.
Pintura de: Jan Sluijters: Nocturne - 1904
Agonía
Nunca se puede olvidar
un momento de agonía,
porque parecen ser mil días,
mil días de cólera.
Un abandono,
una despedida,
una historia oculta
te puede dañar.
Pasar de largo sin un saludo,
noches en vela,
pies muy heridos,
no se pueden olvidar.
Cuando ya pareces morir,
tú, hueca por dentro,
quieres llenar de algodoncitos
hasta el último oscuro hueco.
Empiezas a descubrir que
en una niña fea te has convertido,
dispuesta para el juego de algún niño aburrido.
Que la vida injusta te acuna a la deriva
y ya no hay tiempo,
apenas te queda destino.
¿Sabes?
... Ni siquiera resulta gracioso
las bromas que gasta conmigo
a veces la vida...
un momento de agonía,
porque parecen ser mil días,
mil días de cólera.
Un abandono,
una despedida,
una historia oculta
te puede dañar.
Pasar de largo sin un saludo,
noches en vela,
pies muy heridos,
no se pueden olvidar.
Cuando ya pareces morir,
tú, hueca por dentro,
quieres llenar de algodoncitos
hasta el último oscuro hueco.
Empiezas a descubrir que
en una niña fea te has convertido,
dispuesta para el juego de algún niño aburrido.
Que la vida injusta te acuna a la deriva
y ya no hay tiempo,
apenas te queda destino.
¿Sabes?
... Ni siquiera resulta gracioso
las bromas que gasta conmigo
a veces la vida...
Koroa Batekin
Loca
La sonrisa del Sol
y la algazara de la Luna
se encuentran mirando
casi siempre desde arriba.
El enfado del animal
y la indiferencia del racional,
siempre presentes aquí y allá.
Debo estar loca para soportar
un momento más sin partir...
y la algazara de la Luna
se encuentran mirando
casi siempre desde arriba.
El enfado del animal
y la indiferencia del racional,
siempre presentes aquí y allá.
Debo estar loca para soportar
un momento más sin partir...
Koroa Batekin
Me cautivas
Sé que no sé nada,
conclusión probada,
cuando me interrogan tus labios
con la clase que profesas.
Por mi parte espero
en tu sabiduría constructiva,
entre juegos de manos
me lías, me cautivas.
Me haces entrar en el fuego,
penetrar en tu isla,
sin haber navegado antes
de llegar hasta allí.
El regreso será, tal vez,
flotando en el resto de un amor
que fue posiblemente
sólo de madera un sueño.
Koroa Batekin
Dolor maldito
Mis ojos se deshacen
velando a mis manos vacías,
porque vacía llora la palma
entre los surcos de sus rayas...
Se desgarraba el alma hacía horas,
pero de mis ojos no cristalizaba ni una sola lágrima.
Dolor,dolor maldito,
sangre que se amontona en mi cerebro
haciéndose notar.
Pide paso haciendo daño.
Ese cerebro de conciencia dominada
se columpia con jirones
haciendo grietas en mi calma.
Lucho por un segundo de silencio,
por una huida muy lejana,
sé que algún día
reiré con mayores ganas.
Pero hoy baja el río
con su cauce ausente de agua,
y sube el ave a la cima
para llamarme con sus alas.
Llora un instante por mí,
te lo pagaría a cualquier precio.
Koroa Batekin.
Inmenso mar
Llorando se quedó ella
con sus ojos, cual golondrinas
echaron a volar por los cielos,
se posaron en la nube enrojecida.
Dijeron palabras quejumbrosas
sus labios de gaviota marina.
Esos labios risueños no reirían ya.
Dice en el revuelo de su pensar:
“Nada me habla,
ni un poema,
ni un cantar.
He perdido el sentido”.
Llorando se quedó porque
cree que nadie piensa en ella.
Duda que la recuerden con amor
por su valor y su entrega...
Cuando la soledad la llamó con su eco,
salió de su oculta guarida.
Deseó convertirse en una de sus lágrimas,
desembocando en el inmenso mar.
Koroa Batekin
Fotografía de escultura en el Mar de la Plata. Homenaje a Alfonsina Storni.
En mis sueños
Desperté cuando dormías.
Dormiste al despertar al alba.
Despertaste al ave
de mi amor secreto,
cuando yo dormía quieta.
Tú quisiste dormir
cuando yo soñaba
y yo soñé que tú a mí
también me amabas.
Pero no sé si habrá un despertar
en la misma hora,
en el mismo lugar,
donde nos sobresalte la loca palabra:
¿Por qué estamos aquí?
Si tú no lo comprendes,
yo lo entiendo así.
Quiero despertar para reconstruir
el rompecabezas de mi ilusión
y quiero verte dormido un instante
para al despertar oírte decir:
“En mi sueño estabas
y ahora te tengo aquí”.
Koroa Batekin.
Un imposible
¿Por qué queréis despertar al amor?
No cometáis tal locura.
La Luna no quiso salir hoy
y la playa está desierta.
Todo lo que mi corazón quiere
es un imposible...
¡Y tú quieres venir a romper
el silencio de mi quietud!
No sea malvado como un ser sin alma.
Deja que le llore, que le ame,
que me recueste en las rodillas
de mi fantasía máxima.
Que si no tengo aliento
no es todo lo que me falta.
Dejadme que respire con su presencia,
con su calma...
No hagáis velar al amor
... hasta que quiera.
Koroa Batekin.
Koroa Batekin.
Un pedazo de querer
Siempre lo supe,
mas alguna vez lo olvidé,
que sólo, por cada día que se ignora,
muere, si se guarda, un pedazo de querer.
Esa madre que todo lo da,
nunca anotando deudas,
nunca recordando un bien,
aunque muchas veces fuera.
Esa que vive para mí
y no muere por estar aquí.
Siempre lo sabré,
aunque de tarde en tarde lo olvide.
Ella lo es todo para mí.
Si me ve sufrir, se consume.
No descansan sus agotados ojos.
Ella no vive, se desvive.
Si pienso en sus despobladas manos
se me estrecha con dolor el alma.
Si recuerdo su sonrisa tierna
se me llenan los ojos de lágrimas.
Quizás estas palabras sólo sean
de un desierto un miserable
grano de arena, pero yo lo sé.
Siempre recordaré que
el amor de madre todo lo llena.
Koroa Batekin
Un solo segundo
Un sólo segundo basta
para entregar mi vida a Dios.
Sólo uno para agotar mi
más amplio repertorio.
Uno y nada más y
ya me tienes ahí.
Los segundos cuentan
en esta vida con rejas.
Y, si eres capaz de comprarlos,
habrás comprado muy caro
fragmentos de tu vivencia.
Un segundo basta
para reírme en tu cara.
Sólo uno para sacar
de tu mar inmensa
mi enana barca.
Los segundos miden
con el termómetro de la inocencia.
Los segundos me hablan
de mis mentiras ciertas.
Un segundo basta
para oír silbar al alba.
Sólo uno para dejarme tejer
por injurias de una araña.
Sólo un segundo para morir...
... Sólo uno me basta.
Koroa Batekin
Quedarán
Es tan natural mi destino
como el fango tras la lluvia,
tras la vida sin disculpa
llegará a su pasaje mi final.
Querré decir con sumo juicio:
- Mi trabajo está cumplido,
¿A qué debo esperar?
Y no tendré apariencia,espero,
de vagabundo poeta
que espera envejecer tarde a tarde...
solitario,entristecido.
No habrá más cafés compartidos,
ni beso al cielo,
ni llagas , ni ruido...
Quedarán mis largas charlas
en algún oído,
mi mirada comprensiva,
un guardado cantar...
la firma en el diario.
Koroa Batekin.
Pintura de Mark Arian
Poeta de poetas
¿Por qué quieres saber para
que existen los sueños?
¿Qué te lleva o te trae
para buscar su sentido?
Los sueños valen o no valen,
sólo depende del sujeto
que está por debajo
de la subconsciente locura.
Te trae los sueños:
La química que te eleva,
que te alegra un momento
sin valor preciso.
También te lleva a ser rey,
mago,dios...
pero el poeta de poetas
sueña que sueña otros sueños.
Koroa Batekin
Pintura de WENDY NG- CHINA
Algo eterno
Del abrazo que nos ciñó largo y tendido
creció vulnerable obra en la fosa de mi sentir.
Nació lo que mis dedos no tocan,
mis ojos no pintan,
mi boca no borra.
Algo eterno, admirado por tan sólo unos dos.
De la sonrisa difuminada saqué a flote
cada sombra guardada en ti.
Fuera de la encrucijada te soñé por amarte,
hasta el borde de mi lienzo blanco y puro por esperarte.
Deseé con mi pincel besar tu boca amante…
…una y otra vez.
Koroa Batekin
Escultura de Camille Claudel
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